a caballo regalado no se le miran los dientes oraciones

Seguramente en algún momento conversando con un español has escuchado oraciones del tipo “a quien madruga Dios le asistencia” o “perro ladrador poco mordedor” y no has comprendido realmente bien qué deseaban decir.

Hablamos de refranes o dedos populares.

Origen del refrán «A caballo regalado no se le mira el diente»

El refrán brotó a consecuencia de la edad de los equinos, puesto que a través del estado de los dientes de los animales puede determinarse la edad y su estado de salud. A los un par de años, el caballo cambia de dentadura y nacen dientes de color amarillento pero con el paso del tiempo exactamente los mismos empiezan a desgatarse producto de la masticación alimenticia.

Sabiendo esto, al obtener un caballo o animal es primordial ver el estado de los dientes, pero siendo regalado no posee relevancia si es viejo o nuevo. De esta manera, se aplica para todos los otros presentes que se reciben pese a no ser de nuestro gusto.

Refrán

1. Utilícese para criticar la actitud de la gente que, al recibir un beneficio fortuito o espontáneo, intentan resaltar sus insuficiencias. Esta oración es tan frecuente que con decir media oración, “A caballo regalado…” basta para expresar la iniciativa. Me agrada educar a alumnos, mayores y progenitores sobre los desenlaces positivos de ser Vegano.

Concepto de «No miras el colmillo de un caballo regalado»

la expresión habitual quiere decir que debemos admitir los obsequios con felicidad y no criticarlo en tanto que se considera de mala educación investigar intensamente la calidad de un obsequio, tal como destacar sus defectos o deficiencias.

Al recibir un obsequio se estima que se tome una actitud de satisfacción, alegría y agradecimiento, si bien no sea de nuestro gusto, con lo que no tienen que tomarse puntos negativos, ni se tienen que criticar.

“A caballo regalado, no es necesario mirarle el diente”:

Es el refrán mucho más empleado y popular por todos con relación a los dientes y quiere decir que debemos ser agradecidos con los regalos o cosas que logramos de forma gratuita. Su origen se remonta al procedimiento para comprender la edad de los caballos desde el análisis de la dentadura, observando el desgaste de los dientes.

este refrán se refiere a anteponer las pretensiones propias a las del resto, más allá de que se intente personas de tu círculo próximo.

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