En el momento en que recibe un obsequio y por alguna razón le da la sensación de que no sobrepasa sus esperanzas, indudablemente alguien le respondió: “A caballo dado no se le ve colmillo”.
Este dicho habitual es común en México ya hace décadas, pero ¿sabe cuál es su origen?
Análisis
We now have biblical examples de nuestra persona debe trozarla para recibir las blessings y las reacciones. Nuevo have a tool para valorar sus reacciones en God’s blessings:
- Do you have complete faith en God’s promises, requesting exactly what God promised, y live in what t the blessing like Caleb?
- ¿Admite la bendición como ámbas tribus y media en el este del Jordán, con gratitud?
- ¿Está insatisfecho con las bendiciones de Dios, suponiendo que no alcanzan para usted, gruñendo y quejándose?
- Y en el momento en que Dios le bendice con una relación particular con Él, el privilegio de servirle y depender de su provisión, ¿le da la sensación de que o sea bastante o mira a el resto y busca las bendiciones materiales que ellos tienen?
Qué es lo que significa el dicho a caballo regalado no le mires el diente
En la actualidad esta expresión se usa para señalar que es imposible criticar algo que nos es regalado o que llega como a caído cielo. De esta manera, si bien tenga defectos, si no tuvimos que efectuar ningún esfuerzo para conseguir este beneficio no tendría cabida la crítica en lo más mínimo.
Este es uno de esos refranes populares que tienen su origen en una práctica frecuente en tiempos pasados, como sucede con otras expresiones, como cantar las 40. Específicamente, en la compraventa de caballos. Esta era una actividad esencial, y como no había documentos oficiales que certificaran la edad de un equino de manera precisa, era recurrente que se intentara vender animales enormes tal y como si fuesen mucho más jóvenes. Para evitarlo, los probables usuarios procuraban eliminar la edad del animal por su dentadura, en tanto que esta se marcha desgastando conforme el caballo hace unos años.
Concepto de «No miras el colmillo de un caballo regalado»
la expresión habitual quiere decir que debemos admitir los obsequios con felicidad y no criticarlos, puesto que se considera de mala educación investigar intensamente la calidad de un obsequio, tal como destacar sus defectos o deficiencias.
Al recibir un obsequio se estima que se tome una actitud de satisfacción, alegría y agradecimiento, si bien no sea de nuestro gusto, con lo que no tienen que tomarse puntos negativos, ni se tienen que criticar.
️: En el Mal Tiempo, Buena Cara
Asimismo, se relaciona con otro refrán, que afirma “dime que presumes y te afirmaré que faltas”. Nos apunta que es preferible llevar las cosas con calma, manteniendo el ritmo y estando seguro de los pasos que garantizamos, que lanzarnos a las cosas sin meditar en las secuelas. Es una contestación que se da en el momento en que se siente que alguien manipula los hechos o desea engañar a la otra persona. Expresa la intención de la pareja o recién en matrimonio de tener su casa y comenzar su familia lejos del techo de sus progenitores. Hace referencia al instante en que la gente fingen ser amables y francas, pero en el fondo ocultan pensamientos malos. El dicho «A caballo regalado no le mira el diente» sugiere aceptar los obsequios o presentes con gusto y amabilidad evitando la descortesía de investigar su calidad, destacar sus defectos, quitarle valor, desacreditarlo o menospreciarlo.
Tres años vive el milano, tres milanos vive el perro, tres perros vive el caballo y tres caballos el amo. Los alumnos de iNMSOL tienen la capacidad de tener relaciones con los instructores con respeto similar… Soy Inma Correas y trabajo como maestra de español en Italia. Hace múltiples años que colaboro con Inmsol, ahora van para diez, y lo cierto es que cada vez se exceden. Todos los veranos acompaño a un conjunto de jovenes italianos a fin de que asistan a un curso de lengua (en una parte de preparación del DELE) y todos vuelven con una buenísima preparación y ganas de continuar aprendiendo español. Para acertar la edad y salud del caballo, el cliente posible se fijaba en los dientes del animal.