a carlomagno se le regala un elefante cuando y quien

La impresionante historia de de qué forma viajó un elefante desde Bagdad hasta Aix-la-Capella en tiempos del emperador Carlomagno. En 802 la tensión entre el emperador Carlomagno y el califa de Bagdad está en un punto culminante en su pelea por lograr la hegemonía política y religiosa. Isaak de Colonia, un sirviente del emperador Carlomagno, debe hacerle llegar un obsequio increíble del califa de Bagdad como exhibe de amistad: un elefante. Al lado de Thankmar, su ciervo, emprenderá un largo y arriesgado viaje para eludir un combate entre los 2 monarcas. El viaje del animal se transforma en una dañina aventura por medio de la Europa medieval. Para los de europa, el elefante es la reencarnación del demonio y ha de ser destruido. Pero su muerte empujaría los dos imperios a una horrible guerra. Una historia impresionante que nos enseña la Europa del siglo IX, los viajes de la temporada y las diferencias culturales entre los 2 imperios mucho más esenciales de ese instante.

Abbul Abbas

Meditar en un elefante girando los campos de Francia y acompañando al Emperador en sus tareas cerca del año 805 suena prácticamente surreal, pero eso fue exactamente lo que pasó con Abbul Abbas, el elefante que le fue dado en obsequio a Carlomagno por la parte del Califa. El elefante, como todos y cada uno de los de su clase, era capaz y próximamente aprendió a querer a su nuevo dueño, con lo que le proseguía en todas y cada una partes.

Desgraciadamente los inviernos de europa no son sitios a fin de que un paquidermo logre vivir con calma y Abbul Abbas no duró bastante. Murió en el año 810, aparentemente mientras que acompañaba a Carlomagno a una misión militar. Para el Emperador su pérdida fue un duro golpe, ya que era realmente irremplazable.

Carlomagno, el Emperador

El Papa León III fue atacado en 799 por exactamente los mismos romanos, que estaban prestos a arrancarle la lengua y los ojos, pero el Pontífice logró escaparle se y se reunió con Carlomagno, y en su condición de asegurador de la Santa Sede, recibió a unos embajadores de Roma quienes acusaban a León III de adulterio y otros delitos graves.

Por año siguiente, nuestro Carlomagno viajó a Roma y juzgó de primera mano los hechos. León III juró inocencia, recobrando el pleno reconocimiento como Papa, y el día de Navidad del año 800, fue coronado por el Papa como el Primer Emperador el Sacro Imperio De roma en la Catedral de San Pedro de Roma.

celebracion

Harún al-Rashid, el califa de Las mil y una noches

Harún al-Rashid, el Justo, fue el quinto califa abasí de Bagdad. Subió al poder tras el corto gobierno de su hermano (que murió solamente un año tras transformarse en califa) en el año 786. Murió en 809, con lo que fue califa a lo largo de prácticamente veintiún tres años llegando a ser el mucho más popular de su dinastía. Tanto, que fue inmortalizado como personaje principal, al lado de su mujer Zobeida, de muchas de las historias de Las mil y una noches.

Era la temporada en que empezaba la caída del califato. A lo largo del gobierno de Harun los aglabinos establecieron el emirato de Ifriqiya, que transcurrido un tiempo terminaría independizándose, y no hacía bastante que la omedía Abderramán I había proclamado el emirato sin dependencia de Córdoba a al-Ándalus, que terminaría dando sitio al Califato de Córdoba.

Si hay algo en el planeta que a todos agrada, son los regalos. Así sea un obsequio costoso y glorioso, o un presente pequeño y sencillo, durante la historia, y especialmente en la historia vieja, los humanos se dieron obsequios entre sí por múltiples causas. Esos que eran especialmente buenos en esto fueron, como es natural, los mandatarios de los estados, los reinos y los imperios. En el momento en que un gobernante deseaba remarcar una coalición, sostener algún tema en misterio o recibir la amabilidad de un individuo esencial, la manera más óptima de llevarlo a cabo era mandar una delegación diplomática distinguida con un obsequio caro y particular: una joya, una obra de arte, una caja con piedras hermosas o cualquier otra posesión bella que probablemente, en la actualidad, se halle en algún museo.

Un excelente ejemplo de semejante expedición fue la mandada hacia finales del siglo VIII por Carlomagno, rey de los francos y entre los enormes mandatarios de la Europa medieval, en Harun Al-Rashid, el califa musulmán de Bagdad. Los dos tenían contrincantes recurrentes: el Imperio Bizantino con el que los dos compartían una frontera común y que ninguno de los 2 aguantaba; Y el estado musulmán predeterminado por los omeyas, califas precedentes y oponentes de Harún Al-Rashid, en España limitando asimismo con los territorios del rey Franco. Además de esto, Carlomagno tenía otro interés: asegurar la seguridad y la protección de los peregrinos cristianos que llegaban de su reino a Jerusalén, que entonces se encontraba bajo dominio musulmán. De ahí que, como se mentó, en 797 Carlomagno envió una delegación desde la localidad de Aquisgrán, en este momento a Alemania, al largo viaje hacia Bagdad.

Tras la extendida travesía el gabinete del califa dio la bienvenida a la delegación en Bagdad, sin enseñar mucha prisa por devolver una contestación a Europa. Solo una vez que el Papa proclamó emperador Carlomagno en el 800, 3 años después.

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