Ciertos estiman que no debería festejarse la Navidad ya que es realmente difícil saber la fecha precisa del nacimiento de Jesús. Todo señalaría que, definidamente, Jesús no nació el 25 de diciembre. Es muy improbable que Jesús naciese a fines de diciembre: según Lucas 2:8 los pastores estaban pernoctando en el campo, algo que no se hacía en invierno. Además de esto, las autoridades jamás habrían ordenado un censo en esta estación (Lc. 2: 1). Es atrayente resaltar que la fecha del 25 de diciembre ahora existía como festividad natalicia antes de la venida de Jesús. Correspondía al calendario juliano en el solsticio de invierno, de ahí que los romanos celebraran el día del nacimiento del Sol invicto en ese día.
- “Esta temporada deseaba ofrecerte el obsequio mucho más particular y hermoso de todo el mundo. Pero me he dado cuenta de que no hay papel bastante para envolverme.”
- “Si en Nochebuena un gordito llega a tu casa y te mete en un saco, no te amedrentes.
Es que te solicité como obsequio de Navidad.”
- “¿Puedo hacerte una fotografía? Es para instruir a Papá Noel lo que deseo que me lleve.”
Llega la Nochebuena y el lobo feroz está muy enfadado: Papá Noel jamás le trae regalos. Impaciente, escoge viajar hasta el Polo Norte, en el taller de Santa, y reclamar sus juguetes. Desarrollado en cartoné fuerte, este libro incluye una marioneta de dedo a fin de que los mayores interpreten la historia a los pequeños mientras que la van contando.
- Creador: Jean Leroy
- Editorial: Edelvives
Llévate un recuerdo
de Beeemtetea ¿Qué sucede con la otra? Ya que la colgaremos en nuestro árbol de Navidad para tenerte con nosotros a lo largo de todas y cada una de las fiestas.
Ya conoces, las mejores vistas y ámbito navideño lo poseemos nosotros en la Azotea del Círculo. Feliz Navidad!
Un mensaje que afirma «recé por ti»
Ciertamente, hay muchas personas que procura quererte sonriendo mientras que les cuentas tus enormes logros, gente que te redacta en un día alguno por decirte “el día de hoy recé singularmente por ti”, gente que pasa la tarde contigo en el momento en que precisas compañía, gente que te echa una mano en el momento en que mucho más lo precisas, gente que sin conocerte y, quizá sin que lo aprecies, contribuye hermosura a tu vida.
Pongámonos en marcha y seamos esta silenciosa presencia que obsequia promesa. Pedacitos de cielo con rostro humano que asistan a volver a descubrir y vivir de manera genuina nuestro paso por la tierra.