Hace unos años, fui una parte del jurado que dio no recuerdo qué premio provincial a Mahonesa bien refulgente (Hypermedia, 2016), una nouvelle de amor excéntrica, paródica, algo patológica, por no decir morbosa. Yo choqué con la narrativa de Legna Rodríguez Iglesias (Camagüey, 1984) antes que con su poesía, el género con el que ella se dio a saber en el panorama literario cubano.
Después, leyendo sus poemarios, aprecié que lo de los géneros era secundario (aun los libros, separadamente, podían ser secundarios), por el hecho de que todo formaba una parte del mismo: una estela. Donde todo se encontraba siempre y en todo momento como punto de derretirse y transformarse en otra cosa. Lava metamórfica.
¿Criminal o benefactora?
“Yo los instruía”, afirma sentada en una silla en la salón, lugar desde el que puede ver la Mitsubishi blanca estacionada en la calle. “Ellos venían (y me preguntaban) “mamá lo que hacemos”. Y yo les afirmaba ‘miren vayan donde los del ejército y soliciten asistencia’”.
Ahora conocíamos su casa. Había salido a las novedades en el momento en que la policía de migración la allanó y halló un montón de jergones en el patio trasero. El allanamiento de ese día fue trasmitido y informado por múltiples medios costerarrienses e inclusive de todo el mundo pues la directiva de Migración de Costa Rica, Raquel Vargas, calificó este operativo como entre los mayores en el país en la persecución del delito de tráfico ilegal de migrantes.
SERGIO SANTIAGO MONREAL
No es terror ese temor que Raúl sentía al fracaso, a no hallar las esperanzas ni los objetivos marcados por su siempre y en todo momento riguroso compañía, no obstante Raúl se encontraba ávido de procurar vencer toda costa con sus ideas originales más allá de no ser beato de devoción del directivo, un hombre serio y ramplón que hacía la vida irrealizable en Raúl el día a día de la compañía. El directivo Ocaña era la peor calana de antes que había germinado en la compañía y sus resoluciones y demandas habían llevado a la compañía prácticamente a la ruina, pero afortunadamente para él la compañía siempre y en todo momento salía con las incontables subvenciones de los múltiples gobiernos y aprovechaba para despedir a todo usado que osara llevarle la contraria o no hiciese el trabajo como él ordenaba. Raúl llevaba ahora un trienio en la compañía al cargo de solicitado de almacén, entre sus funcionalidades la escencial era ocuparse de que los pedidos llegaran a los clientes del servicio en el tiempo estipulado. Afortunadamente el liderazgo de Raúl se fundamentaba en el buen trato y respeto con los trabajadores, algo que al directivo Ocaña no terminaba de persuadirle, pero los excelente resultados de la compañía acreditan la inigualable administración de Raúl hasta la actualidad. Un día todo cambio y se volvió prácticamente en terror para Raúl, en tanto que Susana, la hija del directivo, con solamente un año en la compañía había sido ascendida y su cargo se encontraba justo sobre Raúl, organizadora de la administración de almacén. El inconveniente no era que fuera igualmente sarro que el padre, al revés, el inconveniente es que iba tras Raúl con intención de seducirle. Raúl que era hombre casado y con hijos sorteaba las ofensivas sexuales de Susana hasta el momento en que un día le acorraló y no ha podido huír. Susana soborna a Raúl a fin de que tuviese sexo con ella o le afirmaría a su padre que le despediera. Raúl fue fuerte y prefirió ser despedido antes que profanar su lealtad con su mujer y con su familia. Días venideros después Raúl recibió una misiva con su carta de despido. Ganó el juicio y debieron indemnizarlo por daños y perjuicios, el despido fue proclamado improcedente y a través de grabaciones probó el acoso al que fue sometido tanto por el directivo Ocaña como por la hija Susana.
- Las mujeres, me agrada el vino y si debo olvidar pico y olvido.
- Me agrada la Dra. Calatayud, tan buena gente, tan bonita.
- Me agrada mi cordura y mis compañeros del taller de literatura.
- Me agradan los perros, los gatos no tanto, pero asimismo.
- Me agrada Enorme Serrat y Sabina, las letras, los poemas.
- Me agrada el Derecho De roma y los latinajos, mutatis mutandis.
- Me agradan las películas de suspense…
- Me agradan los dibujos animados, singularmente los Simpsons
- Me agrada Eduardo Mendoza, sus “Sin novedades Gurb” sobre la situacion Savolta” me semejan inenarrables, por decir algún adverbio, ¿no sé si es adverbio o adjetivo? Da igual…!
- Me agrada despedirme a la francesa, solo de cuando en cuando.