Cómo elegir tu casco de esquí

Saber cómo elegir casco de esquí es el paso previo más importante a tu llegada a la nieve. Antes de que siquiera te plantees hacer unas cuantas frivolidades, que sabes que no te van a salir, deberías garantizar tu integridad física.

El casco de esquí protege la cabeza ante las caídas y reduce los efectos de un posible golpe. A ver, Hannes Schneider, que por más que veas la nieve como un entorno seguro en el que has estado mil veces, no dejas de estar en contacto con la naturaleza en un estado salvaje, y realizando un deporte extremo.

También cumple una función de protección contra el frío, uno de los grandes enemigos de las pistas. Ante las temperaturas bajas, la mayor parte del calor corporal se pierde por la cabeza, y querrás evitarlo llevando tu casco. Además, ayuda a fijar otro accesorio de protección importante, como son las gafas.

El casco también es un elemento identificativo. El mercado ofrece una amplia variedad de modelos, algunos tan elegantes y sofisticados como el Bingham negro de Sinner. Si vas en grupo, y especialmente si vas con niños, resultará útil llevar algo que permite que te reconozcan en la lejanía.

Cómo elegir el casco de esquí perfecto

Para elegir un buen casco para esquiar en la nieve, ten en cuenta los siguientes factores.

1. Elige la talla correcta

El casco debe estar bien ajustado: ni tan apretado como para que se te salten los ojos ni tan suelto como para que quepa otro casco debajo. En algún punto intermedio debe estar tu talla ideal de casco. Más abajo te contamos cómo conocer tu medida ideal.

2. Decide entre ventilación activa y pasiva

El casco para esquí debe presentar un nivel de ventilación suficiente como para airear y evacuar la humedad. Estarás haciendo ejercicio físico, a lo que se unirán los efectos del sol si luce un día despejado. La buena ventilación prevendrá el exceso de sudoración y la incomodidad.

Los modelos disponibles en el mercado presentan dos tipos de ventilación: la activa y la pasiva. La primera ofrece la posibilidad de cerrar manualmente los agujeros, lo que permite mayor control. En el segundo caso, no hay opciones de realizar ajustes: la ventilación es la que es.

3. Considera la ligereza

Como sucede con otros muchos accesorios deportivos, los cascos cada vez resultan más ligeros y más seguros. Tienes que llevarlo en tu cabeza todo el día mientras dure la jornada en pista, y notarás la diferencia entre un dispositivo pesado y otro que no lo sea.

Si buscas una talla L para adultos, por ejemplo, comprobarás la variedad entre los modelos normales, que tienen un peso de más de 520 gramos; y los modelos muy ligeros, cuyo peso está entre los 360 y los 450 gramos. En medio tienes cascos ligeros, de entre 450 y 520 gramos.

4. ¿Prefieres con visera o sin visera?

La visera es un dispositivo parasol que incorporan algunos cascos para esquí, y que te permitirá prescindir de las gafas. Si usas gafas graduadas, este modelo te resultará más cómodo. Además, te ahorrará tener que llevar dos accesorios diferentes para la seguridad, y solo llevarás uno.

La mayoría de los cascos de esquís que encuentres, sin embargo, no llevan visera. Necesitarás unas gafas de esquí para proteger tus ojos, y no unas simples gafas de sol. Las gafas especiales para esquiar se adaptan mejor al casco y protegen más, así que no prescindas de ellas.

Cuál es la talla adecuada para el casco de esquí

La talla es lo más importante a tener en cuenta en el casco de esquí, junto a la cuestión de la calidad. No te vale cualquier casco, te vale uno que sea lo bastante bueno como para protegerte, y que quede bien ajustado.

Para conocer tu talla, debes medir el contorno de tu cabeza. Usa una cinta métrica y pásala por encima de las orejas, las cejas y la parte más ancha del cráneo, llamada occipucio.

Una vez lo hayas hecho, identifica tu talla:

  • Talla única: para un contorno de cabeza entre los 48 y los 53 cm.
  • Talla XS: entre los 52 y los 54 cm.
  • Talla S: 56 cm.
  • Talla M: 58 cm.
  • Talla L: 60 cm.
  • Talla XL: 61 cm.
  • Talla XXL: 62 cm.

Puede haber variaciones significativas entre marcas, así que fíjate bien antes de comprar. En todo caso, podrás probarte en casa y devolver si no te queda bien.

 

En definitiva, saber cómo elegir el casco de esquí marca la diferencia entre un esquiador experimentado y responsable y entre un principiante inconsciente que se cree fuera de todo peligro. ¿En qué lado estás tú? Te advertimos de que los segundos no suelen caer bien. Pero, tengas el perfil que tengas, seguro que encuentras algo en nuestra web. ¡Busca bien!

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