Cómo limpiarle los ojos a un gato

Saber cómo limpiarle los ojos a un gato es una manera de preocuparte por la salud de tu peludo amigo. La calle está llena de animalitos que se ven obligados a sobrevivir como pueden, pero tu gato cuenta contigo para salir adelante.

Cientos de vídeos en internet nos demuestran que no dominan el mundo porque no quieren, así que muéstrate a la altura de un animal tan fantástico cuidándole como se merece.

Por qué debes limpiar los ojos a nuestros gatos

Ya sabemos que ellos invierten buena parte de su tiempo en estar limpios y aseados, pero hay rutinas que no pueden ejercer por sí solos. Afortunadamente, te tienen a ti.

Los ojos del gato, como sucede con los humanos, son órganos muy sensibles. No solo están expuestos a las enfermedades oculares propiamente dichas, sino que algunas infecciones más o menos comunes también se pueden manifestar en los ojos. Sucede, por ejemplo, con la gripe.

Los gatos dependen mucho de una buena visión en su día a día, pues ya sabes que se mantienen especialmente activos por la noche. Por eso hay que vigilar síntomas como el lagrimeo excesivo, el picor o las dificultades puntuales para abrir los ojos.

Claves para limpiar bien los ojos de un gato

La limpieza del ojo de tu gato debe formar parte de las rutinas de cuidado que proporcionas al animal. Otro punto delicado a vigilar son las orejas, pero en esta ocasión nos centramos en su vista. Sigue estos consejos y, ante cualquier duda, pregunta a tu veterinario.

1. Hazlo con la frecuencia correcta

Para limpiar los ojos de tu gato, lo primero es saber con qué frecuencia debes hacerlo. Lo ideal es que procedas al menos dos veces a la semana, que es suficiente.

Sin embargo, en los gatos braquiocefálicos debes aumentar la periodicidad y proceder diariamente en lugar de solo un par de días. Estas razas tienen una morfología craneal específica que provoca un lagrimeo más frecuente, por lo que los restos se acumulan en las comisuras oculares y, de no limpiarse con frecuencia, pueden provocar infección.

Son ejemplos de razas braquiocefálicas el gato persa, el gato exótico de pelo corto, el birmano o el himalayo. Si tienes alguno de estos, vigila especialmente la salud de sus ojos.

2. Envuelve al gato en una toalla

Uno de los principales obstáculos cuando tienes que hacerle algo a tu gato, como la limpieza o una cura, es neutralizar sus movimientos. No todos se comportan igual, pero lo habitual es que cueste y, en el peor de los casos, que se enfaden y se revuelvan contra ti.

Una de las formas más habituales de inmovilizar al gato es envolverlo en una toalla. Asegúrate de que tenga la tensión suficiente y presiona bien, de manera que sus patas delanteras y traseras estén sujetas. Tenlo todo preparado y actúa con rapidez.

Necesitarás la ayuda de otra persona. Otra opción es agarrarlo por la parte superior de las patas delanteras, y levantarlo ligeramente sobre las traseras.

3. Usa toallitas o gasas

Una vez tu gato está listo, puedes usar un producto específico para limpiar sus ojos, como las toallitas de Vet’s+Best que encontrarás en nuestra tienda online. La solución con la que están impregnadas tiene protavimina B5 y aloe vera, y sirve para quitar restos sin irritar. En un solo bote tienes 100, de manera que durarán mucho.

Limpia cada ojo por separado y, una vez termines, seca con una toalla limpia. Si te quedas sin toallitas, puedes usar una gasa impregnada con una solución ocular específica a la venta en tu clínica veterinaria, o bien suero fisiológico.

4. Premia su comportamiento

Recurrir a los premios para gatos siempre es una buena idea para incentivar el buen comportamiento de tu mascota. Son pequeñas herramientas que tenemos a mano, y que son aliados en la difícil tarea de educar a un gato. Ya habrás comprobado que son animales independientes, y que siglos de domesticación no han conseguido que varíen sus instintos.

En nuestra tienda online tienes múltiples opciones, como los palitos de carne y pescado de Vitakraft en su versión clásica. No contienen azúcares ni otros compuestos poco saludables para el gatito, y sus ingredientes principales están certificados como sostenibles.

5. No recurras a productos poco recomendables

Circulan muchos mitos sobre qué es mejor cuando se trata del cuidado de animales. Hay veterinarios especialistas en oftalmología felina que no recomiendan la manzanilla, en contra de lo que dice la sabiduría popular, ya que puede provocar alguna reacción alérgica.

Tampoco es recomendable usar agua del grifo, ya que la cal puede irritar sus ojos. En cuanto a utensilios, es mejor emplear una toallita o una gasa en lugar del algodón, cuyas fibras pueden resultar perjudiciales en un órgano tan delicado.

6. Presta atención a síntomas que requieren atención veterinaria

Un ojo lloroso y legañoso de tu gato, el picor o las dificultades para abrir los ojos son síntomas muy visibles que te alertan: ve al veterinario inmediatamente. Un profesional siempre podrá evaluar al animal con conocimiento para establecer un diagnóstico, prescribir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones en el futuro.

 

En definitiva, saber cómo limpiarle los ojos a un gato pasa por conocer la periodicidad ideal, usar los productos adecuados y prestar atención a los síntomas. Al observar la buena salud de tu gato, te alegrarás de seguir unas rutinas básicas que cada vez te costará menos ejercer.

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