Si al receptor del obsequio le agradan los caramelos, asimismo puedes personalizar un bote de vidrio con una cuerda y poner un tubo de papel del váter dentro. Después, introduce los caramelos por la una parte de fuera del tubo, coloca el dinero en el tubo de papel y cierra el bote. De esta forma, el favorecido se va a llevar una sorpresa muy grande en el momento en que abra el bote. ¡Una forma super entretenida de obsequiar dinero!
¿Cuántos regalos tienen que recibir los pequeños?
La verdad es que en las datas destacadas los pequeños reciben una genuina lluvia de regalos. No solo los que hacen sus progenitores, asimismo los de otros familiares. Posiblemente en pocos días se hallen con prácticamente diez regalos, en ciertos casos aun con mucho más. Indudablemente, es una genuina disparidad y los pequeños no tienen aptitud para conducir tantas cosas.
Los progenitores tienen la posibilidad de supervisar sus regalos, pero pierden este control tratándose de los que hacen el resto de familiares. Tres o 4 regalos va a ser mucho más que bastante para niño y de todos ellos uno habría de ser útil, como un libro o algo de ropa.
Mejor obsequio para pequeños: tu TIEMPO
De ahí que, no tenemos la posibilidad de enmascarar la sepa con los mucho más pequeños con apariencia de regalos.
Existen muchas familias donde la no atención a los pequeños se procura compensar con cientos de regalos materiales. Ese dinero que gana en estas jornadas de trabajo traducidas a obtener su felicidad a través de la apertura de varios packs ese día, provocando una infelicidad pese a, supuestamente, poseerlo todo. Y sucede que no tiene que ver con aparentar, pues verdaderamente no lo tienen todo, les falta lo que mucho más ansían, algo que semeja que es imposible obtener con ese dinero.
Hace ya tiempo leí una suerte de cuento con una moralidad despiadado que me logró pensar justo sobre este tema y sobre la naturaleza de la sociedad donde vivimos y donde todo, completamente todo, hasta el ocio familiar , se ha mercantilizado. Les lo voy a contar, por el hecho de que bien podría ser un cuento, bien una historia real que te cuente cualquier familiar… La historia afirmaba de este modo:
Regálale una estrella con su nombre
En algún momento ¿se te había ocurrido obsequiarle una estrella a una pequeña?
Y no quiero decir que un juguete oa un adorno con apariencia de estrella.
Pérdida de ilusión
Como ahora hemos dicho, muchos juguetes hacen que los pequeños no valoren lo que reciben, esto es, que pierdan la ilusión por el obsequio y por conocer su contenido. Pasan a soliciar un juguete por la satisfacción de poseerlo.
Si reciben bastantes regalos, estos pierden valor para los pequeños, en tanto que no entienden su relevancia ni el ahínco que hicieron la gente que se les han regalado. Esto puede ocasionar hábitos ególatras y consumistas.