cuadro que dali regalo a un amigo y no creyeron

BUSCANDO EN RUBÉN DARÍO ME ENCUENTRO CON CERVANTES.

“José A. Vicuña, un espíritu quijotesco.”

Qué ver en el Museo Dalí

Varios dicen de este museo que es la enorme obra de Salvador Dalí. Todo cuanto se puede observar allí fue concebido por el artista a fin de que el visitante se sumergiese de lleno en su mágico planeta. Antes de ingresar hay que tomar unos minutos para contemplar la conocida Torre Galatea (inicialmente Torre Gorgot), mencionada con ese nombre en honor a Gala. Si bien es una torre del s.XVII, el diseño del exterior, con colores vivos, panes y huevos, se ajusta a Dalí. Esta fue su última vivienda.

La entrada al Museo Dalí se realiza por la Plaza Gala – Salvador Dalí, donde asimismo merece la pena detenerse. La testera del museo, completamente reconstruida, es la del viejo Teatro Municipal de Figueres, desarrollada en 1850 por Roca y Bros en estilo neoclásico. Eso sí, por toda la testera sobran los datos dalinianos. Y en la mitad de la plaza se destaca la estatua dedicada al pensador Francesc Pujols, concebida por nuestro Dalí.

Dalí y Black Sabbath

Otra relación del cosmos Dalí con el choque rock es que su compañera Gala, en sus últimos años de vida, tenía como apasionado a Jeff Fenholt, a quien se suponía que ser artista del conjunto Black Sabbath. Para finalizar, Fenholt jamás llegaría a grabar nada con la banda, pero llegaría a interpretar la ópera de Jesucristo Superstar. Màrius Carol en su libro Misterio Dalí apunta que Gala, ahora octogenaria, estuvo a puntito de dejar a Dalí por su joven apasionado, y que su amor por él terminó costándole una enorme fortuna a la estrella. Le llegó a obsequiar muchas pinturas y una vivienda en Long Island valorada en mucho más de un millón de dólares americanos. En 2001 Fenholt era un telepredicador evangelista muy habitual en la televisión de america. En el momento en que Gala, enamorada, solicitó a Dalí que deseaba proceder a Novedosa York a conocer a Fenholt, la cosa terminaría con una discusión entre los dos. Dalí terminó con un ojo morado y Gala con 2 costillas rotas. No ya no es interesante que alguien que estuvo a puntito de ingresar en Black Sabbath, entre las bandas mucho más oscuras y “satánicas” de la historia, acabara de predicador evangelista. Pero créanme, hay situaciones afines y considerablemente más sensacionales. A propósito, al final el artista que elegirían los Sabbath sería Glenn Hughes, otro cantante completamente devoto de Dios (ya hace algo mucho más de 2 décadas) pero que en los tiempos de grabación del disco Seventh Star visitó el inframundo de drogas y excesos. Hughes estuvo en bandas como Black Sabbath y Deep Purple y tiene entre las voces negras mucho más increíbles de la escena rock más allá de ser blanco.

Dios me dio el don de la voz. Cada ser tiene un don particular regalado por Nuestro Señor y cada uno de ellos debe descubrirlo y aprovecharlo.

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