Contar con una auténtica bodega es la mejor forma de conservar el vino, pero el común de los mortales no la tiene, así que debemos adaptarnos a nuestros propios medios para establecer unas condiciones óptimas de conservación del vino.
Condiciones óptimas de conservación del vino
Para saber cómo mantener el vino tinto, blanco, rosado o espumoso con todas sus propiedades organolépticas hay que tener clara una serie de conceptos acerca de su temperatura ideal, así como del ambiente y la iluminación más conveniente.
Temperatura de conservación del vino
La mejor temperatura para conservar el vino suele oscilar entre los 8 y los 15 °C. Los vinos que se sirven excesivamente fríos, especialmente en el caso de los tintos, pierden buena parte de sus aromas y sabores, mientras que cuando son servidos demasiado calientes se convierten, sencillamente, en unos brebajes que no hay quien se beba (sí, en algunas regiones y países se sirven vinos calientes, como el famoso glühwein alemán, pero son combinados con azúcar, especias y otros ingredientes, y esa ya es otra historia).
Ambientes oscuros, sin ruidos y sin olores
Exactamente el que está presente en todas las bodegas. La luz, especialmente la solar, es mala compañera de los vinos, al igual que los ruidos, las vibraciones y los malos olores (los buenos tampoco lo son, no queremos que nuestros vinos adquieran el aroma de un ambientador de fresa, por mucho que nos guste en otras estancias de la casa).
Botellas en posición horizontal
No es un capricho que los botelleros, vinotecas y demás objetos para almacenar el vino estén diseñados para que las botellas queden en posición horizontal.
De este modo el líquido está en permanente contacto con el corcho, evitando que este se reseque, pierda volumen y permita la entrada de un oxígeno que podría estropear el vino.
Dónde guardar el vino en casa
Una vez conocido grosso modo cómo conservar el vino en las condiciones más adecuadas, es el momento de ver cómo podemos hacerlo en nuestros hogares. El secreto está en colocar las botellas en lugares estratégicos de la casa, además de contar con un buen botellero o vinoteca.
Zonas de la casa para guardar el vino
Lo mejor es buscar un habitáculo con paredes gruesas, sin luz y con una temperatura y humedad constantes. Sin embargo, no siempre contamos con una estancia tan fea en casa (fea para las personas pero una auténtica belleza para los vinos).
Por este motivo, muchas veces la mejor solución es almacenar las botellas en un trastero, en un patio interior que esté sombreado todo el día, en el hueco que hay debajo de las escaleras o en el interior de un armario que no tenga mucho uso y que esté protegido de ruidos y olores.
Donde nunca debes colocar tus botellas es en la cocina, ya que los electrodomésticos son fuentes de calor y vibran en exceso (por no hablar del olor de la comida); en terrazas soleadas, porque el calor terminará cargándose tus vinos sí o sí; ni en el salón, porque es donde más vida hacemos y a los vinos no les gustan las reuniones sociales.
Botelleros y vinotecas
Si cuentas con algunas de las zonas mencionadas para guardar el vino en tu hogar, es más que recomendable que te hagas con un botellero. Te permitirá tener las botellas en la posición correcta y en el número que necesites (hay botelleros realmente grandes).
Si, por el contrario, no tienes un espacio con condiciones óptimas de conservación del vino, tu mejor apuesta es adquirir una vinoteca.
Estos prácticos electrodomésticos mantienen las botellas en posición horizontal, y además con la temperatura y la humedad más adecuadas.
Por otro lado, suelen tener un diseño muy elegante y siempre quedan bien como complemento decorativo.
Mantener las condiciones óptimas de conservación del vino es fundamental para que tus botellas mantengan intactas todas sus propiedades y puedas disfrutarlas en cualquier momento. Aunque no tengas una bodega, no es complicado adaptar tu hogar para un perfecto almacenaje de vino.