Era una mañana de mucha nieve y enorme movimiento, la multitud andaba apurada y deseosa puesto que faltaban escasas horas para iniciar la noche buena. Los árboles navideños y los adornos relucían y alegraban la mayor parte de hogares por la parte interior y por fuera.
Era una tradición efectuar competencias entre los vecinos para todos los que decoraran la vivienda mucho más bonita con luces de refulgentes colores y varios adornos navideños. No obstante había una vivienda, la mucho más pequeña de todos y se veía diferente. Bastantes adornos y sin luces, era la vivienda de una pequeña pequeña que vivía sola con su abuela y debía vender dulces llegando de la escuela para tener algo de comida para las dos.
Otro año mucho más se aproximaban la Navidad, las luces de las calles alumbraban la localidad y preciosos árboles adornados alegraban las viviendas. Todos y cada uno de los pequeños estaban contentísimos aguardando los regalos y mejorando con sus familias los últimos datos.
Pero en un espacio de la región, entre todos estos pequeños y pequeñas contentos, había una pequeña que ese año no se encontraba tan contenta.
El obsequio de María
María era una pequeña que vivía con su padre en una cabaña distanciada de la enorme localidad. Su padre era leñador y la pequeña acostumbraba a asistirle bastante en el momento en que no se encontraba en la escuela. No obstante, si bien sabía que debía contribuir a su padre, no le agradaba.
Deseaba ser como entre las pequeñas ricas que iban a su escuela. Deseaba usar los más destacados vestidos y toda vez que se aproximaba la Navidad, solicitaba varias cosas a Santa Claus.
El hombre de jengibre
En Navidad no tienen la posibilidad de faltar las galletas de jengibre y una es, exactamente, la personaje principal de este bonito cuento para pequeños inspirado en Navidad. A los pequeños frecuenta gustarles bastante pues es una historia entretenida ahora los progenitores asimismo por el hecho de que asiste para los hijos a comprender que no en todos los casos se puede ganar.
Cuenta la crónica de un muñeco de jengibre que, tras ser cocinado, sale corriendo mientras que se broma de todos y cada uno de los que se cruzan por el sendero. No obstante, el listo zorro le tiende una trampa…