Nos encontramos familiarizados a conocer los huevos de pascua en Semana Santa, pero quizás no sepas de dónde viene esta tradición. Desde nuestra granja ecológica de gallinas deseamos comunicar contigo esta historia que es considerablemente más vieja de lo que tenemos la posibilidad de meditar. En verdad, sus orígenes se remontan al siglo IV. Entonces, el catolicismo no recomendaba el consumo de huevos a lo largo de la cuaresma. No obstante, las gallinas proseguían poniendo sus huevos todos y cada uno de los días y tirarlos sería pecado, conque las familias amontonaban huevos abudantemente. El primer domingo de resurrección era una fecha señalada donde acababa esta prohibición y se organizan comidas a partir de huevo y se hacían ofrendas con este alimento entre amigos y familiares.
Frecuentemente, se ofrecían cestas de huevos que eran un enorme aspecto. No obstante, si además de esto estaban pintados de colores, se transformaban en un enorme obsequio. Múltiples siglos después, la Iglesia adoptó la práctica de obsequiar huevos tras la misa de Pascua como dogma católica que se mantuvo en el tiempo. Pero hay mucho más fundamentos para ensalzar el huevo como símbolo de esta festividad, que coincide con la llegada de la primavera. Exactamente, es en esa temporada en el momento en que la naturaleza se lúcida del largo invierno y empieza a activarse el período de la vida.
Los conejos de Pascua
Ahora charlamos del origen de los huevos de Pascua, pero hay otra figura que no tenemos la posibilidad de olvidar, y que es muy recurrente a lo largo de esta festividad, se habla del conejo.
Tal como hay distintas teorías sobre el origen de los huevos de Pascua, asimismo hay distintas hipótesis sobre la asociación de los conejos con esta festividad. En la civilización habitual, el conejo toma una figura afín a la de Papá Noel, tal como él es el responsable de llevar los regalos en Navidad, en el relato informal diríase que el conejo es quien transporta y oculta los huevos a lo largo de la Pascua.
¿Por qué razón hay huevos de Pascua decorados?
Huevos de Pascua decorados
La Semana Santa es el desenlace de la Cuaresma, que termina justo el domingo de Pascua y, como entendemos, en Cuaresma es imposible comer carne (de aquí el nombre de Carnaval, en latín un tanto tal como “carnes diastasas”, con el que asimismo se la conoce, Carnaval en catalán).
Desde el siglo XVIII, en el momento en que la industria chocolatera logra adelantos esenciales en el manejo y régimen del chocolate, se comienza a vaciar los huevos frescos ahora rellenarlos de chocolate. Después llegaron otras formas: campanas, carruajes… copiando figuras de la escuela austriaca, con colores y formas.
No obstante, la tradición del conejo de chocolate la debemos a los viejos teutones que creían -según comentan las leyendas- que en Pascua eran los conejos los que incubaban los huevos. La asociación Conill-Pasqua procede de esta vieja creencia habitual.
¿Por qué razón asimismo hay conejos de chocolate?
Hemos explicado el origen de los huevos de pascua, pero seguramente si en algún momento viste alguna película o serie que muestre esta festividad, nos va a venir a la memoria que asimismo había conejos de chocolate.
La aparición del conejo de chocolate no posee una historia tan profunda, en verdad, es una fantasía inventada por los progenitores para añadir algo mucho más de ilusión y alegría a esta celebración tan particular.