Las parejas suelen acudir a mí en busca de ayuda cuando sus matrimonios están al borde del precipicio, después de creer que se han utilizado todos los recursos. Cuando pregunto a las parejas cómo gestionan su comunicación, la respuesta es en casi todos los casos la misma: ya no nos hablamos o apenas nos hablamos.
Ten en cuenta que pedir la hora, pasar sal, pimienta y azúcar, periódico, etc. no es comunicar; es solo charla social y sentir un espacio en blanco donde antes había mucho contenido de pareja. El amor morirá o disminuirá a un nivel muy imperceptible, si no potenciamos nuestras habilidades de comunicación; y debemos fortalecerlos a propósito incluso antes de casarnos.
La mala comunicación podría dañar un matrimonio más de lo que puedas imaginar y contribuye al fenómeno de perder el amor sin siquiera darte cuenta. Cuando les pregunto a las parejas qué es lo que necesitan para volver a estar felizmente casados, muchos de ellos no lo ven como una posibilidad de que suceda. Nuestro objetivo es, entonces, restaurar el amor nuevamente y asegurar la confianza de la pareja para unir sus vidas nuevamente.
¿Recuerdas lo simple que era la vida cuando te enamoraste por primera vez? ¿La forma especial en que su cónyuge solía sonreír haciendo esa cosa graciosa con los labios que lo hacía tan especial? Tal vez hoy eso mismo te enoja tanto, ¿por qué?
Un matrimonio no es una situación de YO, es una situación de EE.UU. Ya no estamos solos, sin embargo, seguimos siendo independientes. Es importante saber qué está provocando que sus emociones se alejen de su cónyuge y qué se necesita para volver a estar juntos; trabajar las emociones en lugar de resolver los problemas, identificar las necesidades individuales y buscar la forma de satisfacerlas, no es momento de averiguar quién es el culpable de esto o aquello. Es hora de dar el primer paso hacia soluciones antes de que sea demasiado tarde y se haga más daño.
Hay muchas herramientas útiles con las que hemos trabajado durante algún tiempo, que pueden funcionar para usted si tiene el deseo de rescatar su matrimonio, aún así, ¡tiene que dar el primer paso y decidirse a hacerlo!
Los grandes problemas no necesariamente necesitan grandes soluciones; la mayoría de las veces podrían ser solo pequeñas acciones positivas una tras otra. Da pequeños pasos, pueden hacer una GRAN diferencia