Hoy en día, cada vez se usan mucho más las fuentes de internet en los trabajos académicos. De entrada esto no debería sospechar ningún inconveniente, si los contenidos fuesen buenos, en tanto que de ahí que deberíamos juzgarlos, en lugar de por la calidad del papel ni su gramaje ni si es verjurado. El inconveniente llega en el momento en que la página que se cita es académicamente poco confiable -algo abundante en internet-, y especialmente cuando hay alumnos con enormes adversidades para encontrar páginas serias. Es interesante de qué forma varias personas que estudian tienen la posibilidad de tener tanta confusión frente este suceso, en el momento en que después son muy hábiles manejándose por otras laras de internet, y en el momento en que en este espacio se tienen la posibilidad de hallar enormes joyas de forma fácil, teniendo los entendimientos precisos que nos conduzcan. .
En todo caso, por si acaso asistencia, aquí comento las sugerencias que yo daría para orientarse sobre si una página es confiable. Digo esta palabra, orientarse, pero habría que ver tanto cada caso de manera individual como, más que nada, si se aúnan múltiples elementos que semejan ofrecer crédito a un artículo, ya que cada punto, apartado, contribuye poco, salvo el primero del autoría, que tiende a ser lo mucho más simple de revisar. En todo caso, en el momento en que haya demasiadas cuestiones sin contestación (no posee autoría, el dominio es .com, no cita fuentes fiables)… puede ser rastro de que quizá sea mejor prescindir de ellas en un trabajo de clase, y buscar en la tradicional biblioteca un libro de papel, con el que hay mucho más opciones de adivinar. Si se me deja la comparación, los tradicionales de papel serían, en la mayoría de los casos, el lote estable (salvo enormes salvedades) mientras que internet representaría habitualmente (no en todos) algo similar a las arenas movedizas. No obstante, hay varios espacios de internet tan seguros como los de papel, que además de esto proponen la información mucho más instantánea, a la que el papel no llega por muchas cuestiones, entre aquéllas que está la tardanza en sacar a la luz una obra de la imprenta.
«tú»
Por falsa analogía con «mi», que transporta tildamiento para distinguirlo del «mi» posesivo («mi casa» ↔ «damelo a mí» ), se frecuenta caer en ultracorrección y acentuar el tú.
Más allá de su continuidad, esta tilda es siempre y en todo momento errónea, puesto que jamás se puede confundir con el posesivo de segunda persona («tu casa» ↔ «te lo brindaron a ti»).
Esto / Eso / Lo
“Esto”, “esto” y “lo”, como son de género neutro (o sea, que no posiblemente es imposible concordancia con el substantivo al que acompañan), se escriben siempre y en todo momento sin tilde.
Ejemplo: “¿Has leído esto?” (refiriéndose -como un ejemplo, ahora digo- a este articulo). “Esto” equivale a “este articulo”; naturalmente “esto articulo”.