En la vigencia del matrimonio hay regalos hechos entre los cónyuges y otros hechos por terceros como son los completados con ocasión de la boda. Con el divorcio se abre la cuestión de la propiedad de esos regalos.
A lo largo del
periodo del matrimonio los dos cónyuges reciben regalos entre sí y por terceros,
que tienen la posibilidad de ser de carácter ganan o
privativo, algo en lo que comunmente no se piensa en existir un tiempo de
convivencia conyugal.
¿Qué se comprende por útiles personales en el divorcio?
Joyas, fotografías, muebles, ordenadores, recuerdos de niñez, bicicletas, aun ropa, se transforman en botín de guerra y por un fundamento, mucho más propio de las indagaciones de Iker Jiménez en su programa « Cuarto Milenio», se hace inexplicable como cuando has salido del residencia todos tus recursos personales se transforman de manera automática en propiedad de quien prosigue ocupando la que en su día fue tu casa.
Hazme caso. Todo cuanto poseas, que enserio desees preservar y continuar teniendo contigo, sácalo de la vivienda común antes que reviente la tormenta del mal con el divorcio.
Divorcios y separaciones
Al estilo americano. USA, desde la perspectiva de los puntos legales de la separación y el divorcio, es una escuela, pero aun aquí no hay solo una regla. Ciertos ejemplos: tras el divorcio de Donald Trump, en 1999, Marla Maples vendió su diamante de Harry Winston de 7,45 quilates a 110,000 dólares americanos. Entonces dio el dinero a la caridad, por lo menos eso fue lo que notificó. El previo presidente de EEUU definió el tema «bastante poco entretenido». La ley estatal federal de Novedosa York cree, por poner un ejemplo, que un deber que concluye no es culpa de absolutamente nadie y el anillo debe devolverse al donante, con ciertas salvedades. No obstante, si la pareja revienta tras el matrimonio. Y la mayor parte de los estados han adoptado ese enfoque.
Pero no todo el planeta. En Montana, el anillo se considera un obsequio incondicional y, por consiguiente, continúa para todos los que lo han recibido. En California y Texas, si se admite la petición de deber y matrimonio, el anillo se transforma en una suerte de contrato y, por consiguiente, se queda con la novia o la novia en el caso de separación.
¿Y en Europa? En el Viejo Conjunto de naciones, las tradiciones familiares pesan mucho más que en USA. Si bien en la mayor parte de los países los regalos son regalos y, por consiguiente, absolutamente nadie piensa en devolver collares, anillos y anillos. En el caso de una separación en el deber o el matrimonio, las joyas, por consiguiente, continúan a cargo de ex- novias o esposas. No obstante, hay salvedades. Una tiene relación a las llamadas joyas familiares, que están enlazadas a viejas tradiciones o han pertenecido a mamás, abuelas y bisabuelas. En la mayor parte de las situaciones, no tiene que ver con joyas de enorme valor (salvo que sea Meghan Markle o Kate Middleton). No obstante, estas joyas tienen un valor sensible realmente fuerte, no solo para todos los que las obsequiaron, sino más bien asimismo para el contexto familiar que las apoya. En un caso así, es buena práctica devolverle las joyas o, mejor, a la historia a la que forman parte. Resumiendo, no está sosprechado por la ley, sino más bien por el los pies en el suelo.