historia nadie le dijo que no podia hacerlo el regalo

Birgit Wetzinger llevaba solo ocho meses saliendo con un hombre prácticamente veinte años mayor que ella que había popular en el trabajo en el momento en que supo que él precisaba un riñón para continuar viviendo. Su nuevo novio había sufrido un incidente sonado en 1976 que le había demacrado la cara y le había hecho arrastrar inconvenientes con sus órganos vitales. Su nuevo novio era su jefe en la compañía aérea donde ella trabajaba. Su nuevo novio no era otro que el mito del automovilísimo y empresario internacionalmente popular Niki Lauda. Ella, una auxiliar que hasta el momento había estado en el mucho más absoluto anonimato mediático. Su principiante relación, de súbito, se encontraba en riesgo, pero pues la vida de Lauda lo se encontraba. ¿Quién le salvaría?

El primer candidato a ofrecer fue su hijo Lucas. Tenía sentido: era sangre de su sangre y podían ser biológicamente compatibles. Pero resultó que la compatibilidad no era tan enorme. Y fue donde Wetzinger pasó de ser esa joven con la que Lauda se entretenía en ser la mujer que se ofrecía a ofrecerle uno de sus riñones.

Desde Maquiavelo a esta época

Si comprendemos por profecía la predicción de un hecho que se hace por inspiración divina o sobrehumano, mantenemos que adivinar algo que va a suceder más adelante es una revelación divina. Pero en el momento en que charlamos de profecía autocumplida nosotros irrumpimos en ese sendero, nos despojamos de Dios para ayudar a este resultado, aun sin saberlo.

Maquiavelo es popular internacionalmente por haber escrito el libro “El príncipe” en 1531. Su oración mucho más célebre es “el objetivo justifica los medios” y sucede que quizás no podríamos decir que en pos de este resultado , aún sin tener conciencia, entrelazamos distintas hasta llegar a ella. Quizás nos desespera un tanto el solo hecho de pensarlo, pero indudablemente, esto sucede. Y en un caso así, deberíamos pensar para eludir avanzarnos al resultado y dejar que los medios confluyan en un libre albedrío para sorprendernos.

La bolsa prodigiosa

En vísperas de Navidad, un instructor decidió conceder una labor diferente a sus estudiantes. Conque al finalizar la clase les ha dicho:

– La Navidad es una temporada particular, un instante que invita a comunicar. Por consiguiente, no les voy a poner deberes, les sugiero que lleven la alegría navideña muchos pequeños como logren.

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