Es bien difícil seguir etapas legendarias. Aún lo es mucho más si prosigues la etapa mucho más histórica de un personaje. Lo que lograron Donny Cates y Ryan Stegman en el volumen previo dejó crear unos cimientos sólidos que elevaron a Venom como personaje terminado. Y en este momento fué el momento de Ram V, Al Ewing y Bryan Hitch para proseguir ese legado. ¿Lo consiguieron? Su entrada en este Top diez nos deja corroborar que han triunfado.
El procedimiento fué con un peculiar 2 en uno. Por una parte, Ram V se hace cargo de la parte terrenal con un Venom mucho más tradicional y urbano. Dylan Brock es el personaje principal de estos segmentos, andando al unísono como personaje legado y personaje back-to-basics. Por otro lado, Al Ewing toma el timón en lo que se refiere a Eddie Brock y los Reyes de Negro, con tramas que se mueven por el tiempo y el espacio en el que se deja ver el gusto del escritor de guiones por la fabulosa serie Doctor Who. ¿El pegamento que une todo? Un Bryan Hitch en estado de felicidad que vino para cinco números y acabará la serie ofertando dieciséis entregas sucesivas, algo poco común hoy día y que deja indicar la distribución del veterano artista, que ha brindado una digna solidez de aplaudir. Proseguirá aportando a la compilación en las portadas, con lo que su nombre proseguirá unido a una serie que logró realizar suya. Venom es, por consiguiente, un cómic final de tres expertos realizando realmente bien su trabajo, lo que permitió que leyentes de todo el planeta gocen de una exclusiva etapa histórica para el viejo villano de Spider-Man.
Joyas
Exactamente la misma en las situaciones precedentes, hay que ser realmente cautelosos en el momento de obsequiar joyas, ya que comunmente son regalos de determinado importe, y hablamos de algo personal , en dependencia de lo parca que sea la persona que lo va a recibir, que puede no usarlas, o ser realmente leal a unos cuantos elementos que son los que transporta frecuentemente.
Además de esto hay que tener en consideración que al tratarse de regalos personales, se tienen la posibilidad de comprender de manera equívoca, por los mensajes tácitos que emiten. Así en el caso de que seas un hombre casado, no tienes que obsequiar una pulsera, anillo o colgando a una mujer como agradecimiento por un trabajo hecho, pues puede ser mal interpretado por este, y por tu mujer.