La salud emocional de las personas mayores que viven en soledad empeora durante las fiestas navideñas

Un estudio realizado por el Departamento de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha constatado que, durante las fiestas navideñas, las personas mayores que viven solas presentan un mayor deterioro de su salud emocional en comparación con las que conviven con otras personas.

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Un estudio realizado por el Departamento de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha descubierto que, durante las fiestas navideñas, las personas mayores que viven solas registran un mayor deterioro de su salud emocional en comparación con las que conviven con otras personas.

El estudio, publicado en la revista Aging & Mental Health y realizado por el Departamento de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), analizó la salud emocional de 108 personas mayores de 65 años que vivían solas durante las Navidades. Los investigadores comprobaron que este grupo experimentó un mayor deterioro en su estado emocional en comparación con los que no estaban solos durante este periodo.

Los investigadores sugieren que las personas mayores son especialmente vulnerables en Navidad porque pueden encontrarse sin familiares o amigos a su alrededor, lo que les hace más propensos a la soledad y la depresión.

En el estudio participaron 119 individuos de entre 55 y 95 años. Los participantes se distribuyeron en tres grupos: los que vivían solos en una residencia (31), los que vivían solos en casa (28) y los que vivían en un hogar con al menos otra persona (60).

Los participantes se dividieron en tres grupos: los que vivían solos en una residencia (31), los que vivían solos en casa (28) y los que vivían en un hogar con al menos otra persona (60).

Los participantes tenían entre 55 y 95 años.

La salud emocional se evaluó mediante la escala de depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos (CES-D). Este instrumento consta de 20 preguntas sobre la frecuencia de los síntomas de depresión experimentados durante la semana anterior.

Se utilizó la Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos (CES-D). La CES-D es un instrumento estandarizado que consta de 20 preguntas sobre la frecuencia de los síntomas depresivos experimentados durante la semana anterior. Cada pregunta tiene un conjunto de opciones de respuesta, incluyendo “rara vez o ninguna”, “algunas”, “ocasionalmente” y “la mayoría o todas”.

Las puntuaciones brutas de cada ítem se transforman en puntuaciones T asignándoles una media de 50 y una desviación estándar de 10; las puntuaciones más altas indican mayor gravedad. Una puntuación superior a 60 indica una probable depresión[2].

Además, los participantes debían responder a preguntas sobre su grado de satisfacción con distintos aspectos de la vida en general y sobre la calidad de las redes sociales.

Los investigadores pidieron a los participantes que respondieran a preguntas sobre su satisfacción con distintos aspectos de la vida en general y la calidad de las redes sociales. Entre ellas se incluían preguntas como:

  • ¿Tiene una buena relación con su familia?
  • ¿Está satisfecho con sus relaciones con los amigos?
  • ¿Se siente útil a la sociedad?
  • ¿Está contento con su vida?

Los resultados muestran que las personas que viven solas tanto en una residencia como en sus propios hogares experimentan un mayor deterioro de su salud emocional durante esta época del año que las que viven con otras personas. Sin embargo, también informan de una mayor satisfacción con sus redes sociales.

Las conclusiones del estudio muestran que las personas que viven solas tanto en una residencia como en su propio domicilio experimentan un mayor deterioro de su salud emocional durante esta época del año que las que viven con otras personas. Sin embargo, también informan de una mayor satisfacción con sus redes sociales.

Los investigadores utilizaron datos de 119 hombres y mujeres de entre 55 y 95 años para determinar cómo vivían las fiestas a lo largo de cuatro años. Comprobaron que, de media, las personas manifestaban mayores sentimientos de soledad, depresión, ansiedad y estrés durante las fiestas, un patrón que se mantuvo durante los cuatro años estudiados, independientemente de que vivieran completamente solos o compartieran su hogar con otras personas.

Según la investigadora Ana Novo, “esta aparente contradicción podría deberse a que las personas mayores tienden a encontrar más significado en las relaciones casuales que los jóvenes.”

Para algunas personas mayores, las fiestas navideñas pueden ser una época de gran alegría y júbilo. Para otros, es un periodo de soledad y tristeza.

Según la investigadora Ana Novo, “esta aparente contradicción podría deberse a que las personas mayores tienden a encontrar más significado en las relaciones casuales que los jóvenes”. En otras palabras, mientras que los adultos más jóvenes tienden a buscar amigos íntimos a los que ven a menudo (quizá incluso a diario), los adultos mayores son más propensos que sus homólogos más jóvenes a tener conocidos ocasionales a los que sólo ven de vez en cuando. Como estas relaciones no son tan sólidas, es posible que no puedan compensar la pérdida de amistades íntimas cuando éstas se marchan o mueren.

Las personas mayores son especialmente vulnerables en Navidad.

En resumen, es importante tener en cuenta que las personas mayores son especialmente vulnerables en la época navideña. Pueden estar:

  • Más aislados. Las personas mayores que viven solas tienen menos probabilidades de contar con familiares o amigos que puedan proporcionarles apoyo, como ayuda con los recados o el transporte durante esta época del año. Además, es menos probable que tengan hijos y nietos a su alrededor en Navidad, que pueden ser una fuente de alegría y consuelo en los momentos difíciles.
  • Más vulnerables. Con la edad aumentan los problemas de salud y disminuye la capacidad de recuperación; estos dos factores hacen que sea más difícil para los adultos mayores recuperarse de factores estresantes como la ansiedad y la depresión causadas por la soledad durante las fiestas, y aún más difícil para ellos recuperarse de problemas más graves como la demencia o la enfermedad de Alzheimer (que afecta a más de 200.000 estadounidenses cada año).
  • Menos apoyo disponible en general . La disponibilidad de servicios de cuidado asequibles ha ido disminuyendo durante décadas; actualmente solo alrededor del 10% recibe algún tipo de supervisión por parte de miembros de la familia -y aún menos pagan directamente a otra persona para que les ayude con sus tareas diarias, como cocinar las comidas o limpiar las tareas domésticas (según datos del Censo recogidos entre 2015-2016).

Conclusión

Es importante ser consciente de estas cuestiones y cuidarse durante las fiestas.

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