Todo hijo de vecino por norma general y libreros, floristas, escritores y editoriales particularmente cubren con un círculo color rosa el 23 de abril. Un año tras otro Sant Jordi se transforma en la explicación idónea para construir una celebración de carácter habitual. Sardanas, castellers, jornadas de puertas abiertas, concursos y recitales acompañan a los puestos de libreros y los puestos de rosas.
Hasta entonces, prácticamente como de manera automatizada, nosotros respondemos a un axioma: los hombres obsequian una rosa a sus seres queridas y las mujeres, un libro a sus conocidos cercanos. Si bien, no obstante, la inamovilidad de la tradición se ha maleabilizado, por el momento no mandan los cánones de género y alguno obsequia lo que le gusta a quien le gusta. (A propósito, si no tienes idea qué libro obsequiar: aquí tienes una lista que quizás te resulta interesante).
De dónde viene la tradición del libro y la rosa de Sant Jordi
Vimos los datos oficiales del origen del día del libro y del día de Sant Jordi. No obstante, ¿de dónde viene la tradición del libro y la rosa de Sant Jordi? La práctica de obsequiar un libro ahora lo disponemos claro, y sucede que se hace en homenaje a todos y cada uno de los escritores de todo el mundo, o sea, a esas personas que sin siempre ser triunfantes en su temporada, o no serlo aun todo hoy en día, pero decidieron continuar su vocación y volcar su alma a plasmar a través de letras sus pensamientos, sus conmuevas y su ser.
¿Por qué razón se obsequian rosas?
El 23 de abril se festeja asimismo Día de Sant Jordi, que se considera patrón de muchas ciudades como Cataluña, España; en Inglaterra, Portugal, Bulgaria, Ucrania, Etiopía, entre otros muchos.
La versión de la Iglesia católica apunta que San Jorge nació en Lydda, Palestina. En el momento en que llegó a una localidad de Oriente se halló con un lagarto enorme que acostumbraba a agredir a los pueblos y que se creía había devorado a ciertos pobladores. Absolutamente nadie se atrevía a enfrentarle.
La historia de historia legendaria de San Jorge y el dragón
Cuenta la historia de historia legendaria, que en lo prominente de la montaña vivía un dragón y que de forma continua hostigaba al pueblo, atemorizando a sus pobladores. Para apaciguarlo y que les dejase relajados, los pobladores le daban de forma continua animales que le servían de alimento.
Transcurrido un tiempo se terminaron los animales familiares y el pueblo decidió reemplazarlos por sacrificios humanos, entregando a la bestia a un vecino escogido por sorteo cada vez. En una de esas oportunidades le tocó suerte a la princesa, que aceptó su destino con resignación.