Ahora llegó la Navidad, la temporada de los regalos, donde los pequeños se transforman en personajes principales a lo largo del día de Navidad o el de Reyes. Todos y cada uno de los pequeños reciben varios juguetes de sus familias, abren un sinnúmero de nuevos muñecos y todo semeja realmente bonito. Pero recapitulamos un tanto, quizás es requisito repensar y meditar si a lo largo de todo el año no hemos parado de ofrecer “premios” a nuestros hijos sin meditar nada en las secuelas, solo en proporcionarles cada vez más juguetes, así sea por capricho para arreglar algún inconveniente puntual o por deseo.
Esta continua actitud de obtener y realizar todo cuanto nuestros pequeños nos requieren ha causado que en la red social sicóloga ahora se hable de un término nuevo, el “síndrome del niño hiperregalado”. Hablamos a la actitud de un chaval o chavala que no valora lo que recibe, solo desea abrir cada vez más y más y recibir todo cuanto le sucede.
Respeta a tu hijo
Los pequeños precisan tranquilidad para medrar y los mayores la precisan para criar y tener salud. Los progenitores de forma frecuente pelean contra sí mismos en sus pensamientos de de qué forma les encantaría ser como progenitores y de qué manera son de todos modos. De todos modos, puedes efectuar ciertos cambios en tu vida para tu familia, que van a durar toda la vida en su beneficio.
En el momento en que aprendas a respetar a tu hijo, te respetarás a ti y todo va a ir mejor. En cambio, en el momento en que llames a tu hijo o no le respetes y ingreses en su espacio personal, las cosas se torcerán. Es requisito que respetes el espacio personal de tu hijo y él mismo, solo de este modo vas a ser con la capacidad de sostener la tranquilidad con mayor sencillez prácticamente automáticamente. Recuerde siempre y cuando para criar de forma exitosa precisa tres claves: la empatía, la paciencia y la tranquilidad.
¿De qué forma?
Ahora, te voy a dar ciertas ideas:
-Explícales por qué razón hay que trabajar: Explícalo a tu hijo, con expresiones adaptadas a su edad, por qué razón no puedes pasar mucho más tiempo en el hogar con él, por qué razón debes proceder a trabajar, y qué haces en el momento en que no andas. En ocasiones o sea algo que los pequeños no entienden, pues no tienen noción de la relevancia del dinero. Pero si lo explicas y respondes a sus inquietudes y cuestiones, comprenderá que no tiene que ver con una falta de preocupación por él, sino más bien todo lo opuesto.