Ningún matrimonio es inmune a su parte de trastornos. Pero algunos sobreviven y otros no. En una relación abusiva, puede ser mejor que los cónyuges se divorcien y den a sus hijos un ambiente pacífico. En otros casos, los socios pueden resolver las diferencias y reiniciar su matrimonio.
El caso para salvar el matrimonio si es posible es sólido. Un matrimonio roto es como una boleta de calificaciones en la que se menciona un fracaso. Si las razones son triviales, es probable que haya arrepentimientos más adelante en la vida, cuando la pareja madure o se dé cuenta de dónde se equivocaron.
Echemos un vistazo a algunas de las formas efectivas de reconciliar su matrimonio.
1/ Comunicarse entre sí.
La comunicación es la clave para resolver estos problemas, que no son tan grandes como se pretende. Pero el socio que está en el extremo receptor puede ponerse tan nervioso que solo pueden surgir palabras incorrectas.
La solución, obviamente, debe comenzar con la comunicación, esta vez la forma correcta de hacerlo. Si el asunto está relacionado con las finanzas, debe llevarse a cabo una discusión franca exclusivamente relacionada con los fondos, y el tema debe resolverse a satisfacción mutua.
2/ Mantén tus egos a un lado.
Por lo general, el compañero que se equivoca, entiende y sabe de quién es la culpa. Por lo tanto, el ego debe ser dejado de lado. No hay vergüenza en admitir que uno entendió mal o malinterpretó la situación. El otro socio debe tener la amabilidad de perdonar al menor indicio de arrepentimiento en lugar de usar ese error de juicio para obtener una ventaja en la relación. Nunca se debe revivir el pasado, y se le debe dar un entierro natural.
3/ Nunca descuides a tu pareja.
El descuido en presencia de los padres, hermanos o miembros de la familia extendida puede doler, al igual que cualquier forma de humillación. A veces, puede haber problemas en los que la pareja puede tener razón y necesitar apoyo. Dicho apoyo se puede ofrecer verbalmente o con un abrazo, en privado o en presencia de otras personas.
Admitir que la pareja tenía razón en la situación ciertamente ayudaría, si ese es el caso. Una relación honesta es ideal en todas las circunstancias. Regañar es absolutamente innecesario. Si es necesario dar algún recordatorio, el método puede diseñarse de manera que los recordatorios verbales no sean necesarios.
Algunas parejas usan sus refrigeradores para poner recordatorios de notas adhesivas. Curiosamente, a la gente no le importan los recordatorios escritos, pero los recordatorios verbales se ven como órdenes, lo cual se resiente.
Sobre todo, es necesario recordar que el matrimonio es un trabajo en equipo. Es el equipo que se enfrenta a otros equipos y, por lo tanto, los miembros del equipo deben jugar en tándem. Si uno de los socios está sobrecargado de trabajo, mientras que el otro se lo toma con calma y se sienta frente al televisor, es probable que haya resentimiento y algunas palabras duras, que son innecesarias si se puede adoptar una actitud de cuidado.