Cuando no podemos transmitir nuestros sentimientos con una carta de amor o un texto informal, recurrimos a las canciones que más se parezcan a la situación amorosa para obsequiar. Regalar una canción es una práctica tan antigua desde las primeras manifestaciones de pasión hacia ese ser especial.
Si quieres obsequiar una canción con éxito (o al menos, ser testigo de una calidad recíproca inigualable) presta atención a algunas pautas para no fallar en el intento, o cometer una indiscreción, porque la premisa es evitar que la otra persona ya tenga conocimiento o historial de sobra respecto a una canción determinada.
No regales tu canción favorita
Muchos lectores pensarán: “¿por qué no?, si es mi tema favorito, seguramente le gustará tanto como a mí”. La respuesta es muy clara, en una relación amorosa que culmina en malos términos ¿es sano que escuches tu canción favorita que traerá a colación malos recuerdos?
Entonces, quédate con tu pieza musical favorita y no la dediques para que las nubes grises no formen parte de tu paisaje cada vez que el reproductor de música hace lo propio. Busca una letra acorde a tus intenciones porque serás más original.
No dediques una canción que esté de moda actualmente
Para efectos de halagar con un tema musical, es el peor error que podrías cometer con tu pareja, amigo o conocido. Un tema que todos conocen hay que descartarlo porque no se trata de un regalo, sino una letra mundialmente conocida, que resuena en cada esquina con fuerza. ¿Eso quieres en tu plan de ser auténtico?
El valor de la dedicatoria disminuye considerablemente cuando el tema está presente en todo el entorno. Si bien es cierto que la canción es muy rica en sentimientos, es un detalle colectivo que rompe los esquemas de originalidad al instante de dedicar.
Examina con detalle la canción
No basta con cantar una y otra vez para aprender la letra, sino analizar cuáles son los gestos físicos y vocales de su intérprete para indagar de qué trata el tema. El título tiende a ser sugerente de lo que vendrá, pero los cantautores, ahora, están acostumbrados a la vuelta de tuerca para convertir sus canciones en elementos bidireccionales.
La canción que vayas a regalar debe ser de tu absoluto conocimiento, incluyendo algunos gustos particulares de su autor para realizar una analogía que importe a tu pareja. Entre otros aspectos, adelántate a los hechos antes que tu amado (a) descubra intenciones equívocas acerca de la canción, hasta el punto de desagradarle tu propuesta.
Asegúrate que sea de un estilo entre sus favoritos
Acá no interesa si alguien que quieres mucho acepta el rock como uno de sus géneros favoritos, porque en lo absoluto tomará varios minutos de su tiempo para escuchar algo que desagrade a su sentido auditivo. Regalar una canción debe ser un acto que surta el efecto de catarsis en el otro y no para satisfacer deseos personales.
Si ambos son receptivos a muchos géneros musicales, cualquier tema que regales será bien aceptado, salvo algunos títulos que por alguna razón rechaza (sean malos recuerdos o porque la letra no llama su atención).