Uno de los desafíos más difíciles, particularmente en una relación entre personas del mismo sexo, es establecer límites con los amigos y mezclarse con los amigos de los demás. ¡Además, hacer esto sin dejar de estar seguros y hacer que el otro se sienta como si fuera la persona más importante del mundo!
Por lo general, en las relaciones lésbicas, la mayoría de los amigos son del mismo sexo. Los amigos pueden ser entrometidos, entrometidos, obstinados, celosos, groseros y desconsiderados; sin embargo, también pueden ser divertidos, de apoyo, considerados, útiles y excelentes cajas de resonancia. No hay duda, los amigos causarán estragos en una relación o serán tolerantes y considerados.
Trabajemos desde la premisa de que la relación es la máxima prioridad y los amigos no lo son (pero siguen siendo muy importantes). Hay varias áreas clave en las que centrarse que pueden reforzar inmediatamente la relación. Estas áreas deben establecerse y respetarse mutuamente:
Límites – Acordar parámetros que sean manejables. Determine cuáles son los artículos negociables y no negociables. Ejemplos: acordar que ambos estén en casa a las 8:00 p. m., a menos que se acuerde lo contrario; no contestar teléfonos durante la cena; los teléfonos celulares están prohibidos cuando te metes en la cama. Si vas a la hora feliz, invita al otro a unirse o al menos comunicar planes y llegar a tiempo a casa. Recuerde, estos límites deben acordarse. Si termina vigilando y penalizando debido a los límites, lo que tiene establecido no está funcionando. Los límites son ser y sentirse respetuosos el uno con el otro, no mantenerte como rehén.
Comunicación – Háganse sentir especiales, amados, seguros y protegidos. Hable entre ellos sobre todo. Averigüe qué es importante para los demás, sentimientos, cosas favoritas, manías, metas y sueños, miedos y fobias, comida, niños, familias, etc. Llegar a conocerse realmente mejor que nadie. Genera confianza y respeto. Hacer que los demás se sientan valorados e importantes.
Intereses comunes – Explore lo que les gusta hacer juntos, como proyectos, viajes, recibir amigos, cocinar, golf, pescar, caminar, etc. No es necesario hacer todo juntos, pero es saludable hacer algunas (suficientes) cosas juntos. Es importante divertirse juntos y sentirse conectados. Orqueste su relación para que no siempre estén funcionando en paralelo, sino que tengan suficientes momentos de intersección que los mantengan sincronizados entre sí.
Organice eventos sociales – Una forma de mezclarse con los amigos de los demás es organizar juntos momentos sociales en su hogar, como cenas y noches de juegos. Otra es planificar salidas con amigos conjuntos, como happy hours, ir a cenar y al cine, etc. La clave es sentirse más cómodos con los amigos del otro. Haga esfuerzos para mezclar amigos y ser más inclusivos.
Espontaneidad – Sorpréndase mutuamente de maneras que sepa que son apreciadas y apreciadas. Rompa la rutina y rompa con todos los demás y haga el uno por el otro. Haz que los demás se sientan excepcionales.
Las relaciones felices a largo plazo deben ser nutridas y tratadas como la máxima prioridad. Concéntrese en disfrutar de su tiempo juntos. Incluya amigos cuando sea apropiado y de común acuerdo. ¡No debe haber ningún sentimiento de competencia por el tiempo, la atención y el amor! Los amigos deben ser adiciones divertidas.