Debería haber una gran diferencia entre nuestros amigos y las personas con las que somos amigos, pero a muchos de nosotros nos cuesta hacer la distinción. Podemos referirnos a todos en nuestro círculo como amigos, pero con demasiada frecuencia, si no los vemos o se pierden de nuestro radar, apenas notamos o cuestionamos su ausencia.
Los compañeros de trabajo y colegas pueden entrar en esa categoría. ¿Con qué frecuencia alguien con quien alguna vez trabajamos de cerca deja el negocio y luego regresa para una visita social, solo para que nos demos cuenta de que no tenemos nada de qué hablar después de un período de tiempo relativamente corto? Nuestra amistad se basó principalmente en consideraciones comerciales compartidas.
Pero, ¿qué pasa con esos momentos en los que administramos y trabajamos en estrecha colaboración con un equipo de personas? Los vemos regularmente, supervisamos su trabajo. ¿Debería nuestro personal ser también nuestros amigos?
Pocas personas disfrutan de la confrontación o de tener que llevar a otras personas al orden. Pero hay formas de administrar un equipo sin tener que elegir entre ser popular y su amigo o ser visto como mano dura.
– Comience como quiere continuar. Establezca el tono de su relación con su personal desde el principio. Sí, sé amable, respetuoso, empático, pero también recuerda que hay trabajo por hacer, metas por alcanzar y dinero por ganar. Sea firme con respecto al cumplimiento del tiempo, las tardanzas regulares, las excusas tontas para las piezas de trabajo sin terminar. Es importante apoyar las circunstancias individuales, pero si una persona parece ser la favorita constante, puede causar resentimiento entre todos los demás.
– Mantener abiertos los canales de comunicación.. Ser micro-gestionado es a menudo desmotivador. Nadie quiere un jefe que esté constantemente mirando por encima del hombro, evaluando y comentando su trabajo. Dicho esto, debe estar al tanto de lo que su personal está haciendo cada día, dónde están en términos de carga de trabajo y resolución de problemas. Sea claro acerca de cuándo está disponible para que el personal hable sobre asuntos y problemas. Para algunos gerentes, es cuando las puertas de sus oficinas están abiertas.
– Sea consciente de los peligros de compartir demasiado sus cosas personales. Como su gerente, su personal no está allí para asesorarlo o asesorarlo. Compartir demasiado puede desdibujar las líneas de su relación y dificultar si alguna vez necesita disciplinar o tener conversaciones firmes con ellos. Es bueno compartir alguna información personal para que puedan relacionarse contigo como persona y saber que te conectas y empatizas con ellos y sus situaciones, pero tienes un punto de corte, un límite de hasta dónde llega.
– Tener límites en su lugar. A algunos gerentes les gusta ir a tomar bebidas sociales con su personal, pero se van después de un par de horas, poniendo algo de dinero detrás de la barra, para pagar las próximas rondas de bebidas. Permite que el personal sepa que es amable y atento, al tiempo que conserva una presencia ligeramente distante.
– Tener evaluaciones periódicas del personal, reforzando así su papel como su gerente. Esto permite un intercambio bidireccional sobre dónde se encuentra su personal con respecto a su competencia y progresión, cómo se sienten acerca de su función, además de aquellas áreas en las que le gustaría que se centren y mejoren.
– Tener reuniones periódicas de personal. como grupo, que organiza y establece la agenda, tal vez después de consultar con el personal. Esto permite evaluar y mejorar la dinámica del equipo. Cuando el personal se siente cómodo y escuchado, es posible que tenga excelentes ideas y sugerencias para mejorar las prácticas existentes. Anímelos a ser leales e involucrados en el negocio.
– Si un miembro del personal no coopera, tal vez le envidia su papel, tal vez lo quería para sí mismo, es importante evitar tomar su actitud como algo personal. Preocuparse por eso o tratar de ganárselos solo sirve para exacerbar el problema y no resuelve nada. Establézcales tareas con plazos y organice reuniones regulares para verificar su progreso. Sé justo y trata a todos por igual.
– Evitar utilizar tonos apaciguadores o conciliadores para delegar trabajo. ¡Sin disculpas! En lugar de eso, sé más práctico, cortés pero gerencial, como “esto debe hacerse, ¿podrías terminarlo para el miércoles, por favor?” Luego puede documentar la discusión y anotar la fecha límite del miércoles.
– Haga que cualquier renuencia o incapacidad para entregar el trabajo sea su problema. Haga preguntas sobre cuál es el problema, por qué no han cumplido, qué debe suceder para ayudarlos a tener éxito. Dependiendo del tamaño de su empresa, puede haber opciones para transferir a un miembro del personal indisciplinado, ofrecerle capacitación o incluso eventualmente involucrar a Recursos Humanos y un procedimiento disciplinario.
– Asegúrese de practicar un buen cuidado personal, especialmente en momentos de estrés. Los descansos regulares mejoran la eficiencia del trabajo, al permitirle desconectarse mental y físicamente, salir a caminar, beber un poco de agua, comer una fruta y regresar sintiéndose renovado después. Una dieta saludable, un buen plan de ejercicio y sueño, desconectar cada noche y permitirse un par de horas para relajarse antes de acostarse son todas formas de garantizar que mantenga una mente y un cuerpo sanos.
– No subestimes la importancia de pasar el tiempo con tus verdaderos amigos y familiares, divirtiéndote con las personas muy especiales en tu vida. Disfrutar del tiempo de relajación, ser uno mismo, estar despreocupado hace que las largas horas y la inversión personal en su función comercial valgan la pena. Esas relaciones son a menudo una parte importante de por qué trabajas tan duro.
Y recuerde, la gerencia lo contrató para este puesto, así que claramente crea en usted. Cualquier nuevo rol es un desafío. Disfruta la oportunidad de asustarte un poco, aprender nuevas habilidades y crecer. Encontrar formas constructivas de interactuar con su equipo es una habilidad difícil de aprender, pero también es un paso importante hacia su futura progresión profesional.