“Los libros son un enorme obsequio pues tienen mundos enteros dentro suyo. ¡Y es considerablemente más económico obtener a alguien un libro que adquirirle todo el planeta! » Neil Gaimán
Hay algo de paradoxeidad al realizar regalos. Toda esta presión para honrar y, al tiempo, reflejar la cercanía que disponemos con alguien en un elemento que logre envolverse, adornar con un moño y dar. Tal y como si de un instante a otro la relación fuera doblegada a una feroz prueba de fuego, sintetizada al cambio de manos de un obsequio. No es solo un ejercicio práctico, es asimismo un hecho psicológico. Obsequiar nos hace contentos, y nos llena de ansiedad, pero asimismo nos pone cara al enorme problema existencial: qué obsequiar.
Los libros se tienen la posibilidad de gozar desde el primer instante.
La interacción con un libro en papel es instantánea y no necesita demasiadas normas para su empleo. Desde el momento en que se recibe hasta el momento en que se comienza a leer (si bien sea algo) tienen la posibilidad de pasar solo unos segundos. El receptor lo recibe y empieza a husmear la cubierta, el título y el creador. Además de esto, es muy posible que lo hojee, comience a leer su síntesis o pregunte de manera directa a quien le ha regalado sobre la temática o historia. Y sucede que la flecha con un libro puede ser inmediato por medio de esa primera cita a ciegas.
El flecha con un #libro puede ser inmediato mediante una primera cita en ciegasClick To Mensaje de Twitter
Dedicatorias para obsequiar un libro infantil
Si hay una dedicatoria de un libro para alguien particular, esa es la que recibe un niño. Un libro infantil con dedicatoria es un increíble obsequio. Está a nivel científico comprobado que la lectura desde la niñez incentiva el saber, la imaginación y el avance del lenguaje; aparte de ser una aceptable fuente de su diversión. Aquí están ciertas expresiones de dedicatoria de obsequio para pequeños:
«Siembra en los pequeños ideas buenas si bien no las comprendan. Los años se encargarán de descifrarlas en su comprensión y de hacerlas florecer en el corazón» María Montessori.
Fisne y Pelucho. Un tesoro en la basura
Para Fisno y Pelucho, la basura de un individuo es el tesoro de un gato. Y de esta manera lo verifican en el momento en que los dos felinos hallan, al lado de un contenedor, un cajón que deciden llevar a casa situada en un parque. Lo que ellos no sabían es que ese objeto era de todos modos mágico y, además de esto, tenía un apetito atroz. ¿Pero qué comen los muebles? Para inferiores desde 4 años.
- Autora: Vanesa Pérez-Sauquillo
- Editorial: Loqueleo